Te licenciaste en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, ¿cómo se despertó tu interés por la joyería?

Mientras cursaba primer curso de Bellas Artes, empezamos con una amiga a montar piezas con hilos de plata, estaño, flores, maderas o piezas de bisutería que comprábamos o encontrábamos. En verano participábamos en ferias de artesanía en la isla de Mallorca, y parecía que aquello que hacíamos gustaba a la gente. Me sentía a gusto trabajando a pequeña escala y a la vez empezaba  a ser un medio de expresión; a raíz de esto inicié mis estudios paralelos de joyería en la Escuela d’Arts i Oficis de Barcelona.

Hiciste un curso de Joyería Creativa en la Escuela Alchimia de Florencia, ¿piensas que eso marcó un antes y un después en tu proceso creativo?

Si, totalmente, al finalizar Bellas Artes y tres años de joyería en Barcelona, decidí ampliar conocimientos en el extranjero. He de decir que no buscaba en concreto la Escuela Alchimia, dado que en aquel momento aún no la conocía, pero después de ver algunas escuelas en diferentes ciudades de Italia, Alchimia fue la más me atrajo. Era un equilibrio de todo aquello que buscaba, fue una gran experiencia, la gente, la escuela, la ciudad...una etapa muy potente, me marcó mucho sobre todo a nivel personal. Me atrevería a decir que si, que define un inicio de cambio o evolución tanto en mí, como a nivel creativo.

Nos dices que cuando diseñas una joya intentas establecer una conexión entre el individuo y la materia. ¿Podrías explicarlo?

La materia me define... llevo ya unos años trabajando con el vidrio, concretamente con el borosilicato, creo que no fue escogido porque sí, aunque en aquel momento yo no fuera del todo consciente. Este material contiene unas propiedades que se complementan con uno de los otros materiales con los que adoro trabajar, la tripa, así consigo una especie de autoanálisis, y a la vez esta conexión conmigo misma. No es fácil entrar dentro de uno mismo y hacerse una autocrítica, o raspar y escarbar hasta encontrar la raíz. Eso es lo que pretendo o lo que intento conseguir.

¿Qué te llevó a centrarte en el vidrio como materia base de tu trabajo?

Estuve colaborando durante unos años con el joyero Fèlix Zuazu, él me mostró un trabajo que había realizado con unas botellas de vidrio “Contenedores”.  Ciertamente en aquel momento el material me causó curiosidad por su forma de ser trabajado, por su volumen, transparencia y a la vez resistencia y durabilidad. Todo eso me llevó a querer saber más de sus propiedades, y fue un camino, una evolución, un hilo a seguir hasta ahora.

Complementas el vidrio dices, “con materiales más orgánicos que cubren pero no tapan, que suavizan, velos sobre velos, piel sobre piel...” ¿cómo se refleja esto en las características formales de tus joyas?

Las propiedades del vidrio hacen que a simple vista cause una sensación que puede ser de frialdad, delicadeza y sobretodo de fragilidad...Durante el proceso de creación de las piezas de “Asepsia”, según mi punto de vista y según mi intención, faltaba un complemento para llegar a aquello que quería transmitir. Los velos con los que cubría las formas de borosilicato son mi manera de conseguir una sensación de calidez, de intimidad, de dejar entrever pero con un poco más de sutileza. Es como querer mostrarse pero con tiempo y paciencia, un lento proceso pero creo que necesario.
Otras piezas que pienso que juegan el mismo papel, formalmente hablando, fueron las de la serie “Detripascorazón”. Aquí trabajaba con tripa, donde a la inversa, era ella directamente el sostén de los velos, otra contraposición de propiedades, y en este caso el velo que utilizaba era el látex que endurecía la flexibilidad y delicadeza de la tripa, disfrazando su organicidad. Así pues, el cubrir adquiere un papel muy importante en estas piezas, porque la forma de todas ellas se completa con la dualidad de las materias.

¿Qué temas, aspectos o proyectos centran ahora tu trabajo?

Acabo de presentar la serie “Damet” y también “Alunísono” con la joyera Auba Pont, lo que ha sido un bonito proyecto ya que se centraba en nuestros caminos de vida paralelos después de muchos años de amistad.
Lo que es constante en mi trabajo es una exploración hacia el interior de las vivencias personales, y utilizar la joyería a parte de cómo método de expresión, sobre todo como método de auto reflexión y autoanálisis, a partir de ahí ... me dejo llevar.